Foto: Estatua de Buda que me recibe en un restaurante al que suelo ir a menudo. Terrassa, agosto de 2009
Lo que más me fastidia cuando me voy de viaje es hacer las maletas. Sobre todo porque tengo que pensar lo que me apetecerá ponerme allí donde vaya, porque tengo que prever el tiempo que hará y lo peor de todo porque siempre me queda aquella sensación rara de que algo importantísimo se quedará en casa, y no me refiero a la perra, no, me refiero a alguna cosa que necesitaré durante el viaje.
Aunque todo sea dicho, la verdad es que con algo de ropa, calzado cómodo y el cepillo de dientes ya hay suficiente, el resto se puede ir consiguiendo. Uy, perdón, no, no, que me olvidaba añadir a la lista, que no a la maleta, una cosa importantísima: el FORTASEC. Sí, sí, en mayúscula, porque cuando viajo para mí es como el scotch brite, yo no puedo estar sin él —para los que no lo sepan el fortasec, es un medicamento contra la diarrea muy práctico para los que como yo tienen el intestino flojo cuando salen de casa.
Por suerte esta vez he tenido tiempo de repasarlo todo, de comprobar que no me deje nada y encima me ha sobrado tiempo para actualizar antes de irme. Es lo que tiene disponer de un par de días anteriores al viaje.
Mañana me voy a la India y a Nepal, si puedo igual actualizo desde allí, pero si las circunstancias no me dejan lo haré a la vuelta, prometo traer historias nuevas que contar.
Que tengáis un buen día, viajeros.
Entrellat