domingo, 4 de enero de 2009

Carta para Marcela

Foto: Exposición “Topografhie des Terrors” en las ruinas de unos antiguos cuarteles y celdas de la SS. Berlín, octubre de 2005
Querida Ruty:
Nunca me han parecido sólo números las víctimas de una contienda, siempre me he esforzado en ponerles cara, en ponerme en su lugar, pensando cómo sería si alguien de mi familia estuviera ahí. Me resisto a sentarme delante del televisor y cambiar de cadena cuando se presentan los datos y las imágenes de la guerra. Y ahora lo tengo más fácil porque te conozco a ti, que estás pasando por eso, y te tengo cariño.
Desde que tengo uso de razón he vivido este conflicto con más interés que otros conflictos internacionales, no sé por qué. Y ahora con la perspectiva de los años no sabría decir quién son “los buenos” y quien “los malos”, porque nunca los hay.
Lo duro de esta guerra como siempre, son las vidas truncadas, las esperanzas rotas y las familias destrozadas en ambos bandos; pero en este caso, además, lo duro es que se dé en fechas preelectorales, porque todavía la deshumaniza más, la politiza aun más, si cabe. Esta guerra parece una campaña política de Tzipi Livni para callar a los sectores más radicales, demostrándoles que es capaz de gobernar el país al más duro y puro estilo de Olmert o de Sharon. Ya no se puede dialogar porque se está estableciendo el durísimo cliché de que los palestinos son chusma incivilizada a la que se debe educar a base de hostias, a base de bombas; cuando en realidad somos todos, incluida la comunidad internacional, y no sólo los palestinos los que tenemos que aprender que de una guerra poco o casi nada bueno se puede sacar.
En el lado palestino es mucho peor, tú lo has dicho. Según la prensa internacional Israel se ha "cebado" con la población civil palestina; como ya no quedan objetivos militares, hay que atacar a los civiles indiscriminadamente. No hay culpables, ni inocentes, sólo víctimas, pero los más desmejorados siempre salen perjudicados.
Algo parecido pasa del lado donde vives tú; pero me da rabia que digas que no eres valiente, porque sí lo eres, porque eres capaz de coger a tu familia cuando suenan las sirenas y abrazarlos y darles tu calor envueltos en una manta, y darles sobre todo lo único que en un momento así se necesita: seguridad y amor.
Sólo espero que pronto se solucione todo este maremágnum de muertes y desgracias y que personas pacíficas como tú, o como las del otro bando, puedan recuperar su vida.
Besotes y abrazos llenos de esperanza y de paz.
Fran (Entrellat)
PS: Esta carta se la dedico a Marcela (Ruty) , una fotógrafa israelí que vive en Beer Sheva (Israel) y está sufriendo en sus propias carnes y en las de su familia los bombardeos desde la franja de Gaza. Si podéis echarle un vistazo a sus últimas actualizaciones, explican con gran sinceridad el sentimiento de una persona que sufre una guerra.

1 comentario:

sirenovarado dijo...

Nombre y cara.
Recuerdo que cuando asistí a mi tía María en su lecho de muerte me miraba con ojos asustados, había perdido la percepción de la realidad y no me reconocía. Sólo se me ocurrió decir en voz alta su nombre una y otra vez, como si enarbolara una bandera frente a las puertas de un reino lejano que para ella se abrían en ese momento...
Bsssss, amigo nominativo!!!