sábado, 6 de septiembre de 2008

Vocación europea

Cuando llegué al aeropuerto de Estambul, me sorprendieron las matrículas de los coches. Tienen la franja azul como las de los miembros de la Comunidad Europea. Llevan las letras TR, y un espacio ya reservado para poner el círculo de estrellas, cuando ingresen de pleno derecho en este curioso proyecto que es “Europa”.
Nada más llegar al hotel, puse instintivamente la televisión. Casi siempre lo hago, porque la televisión dice mucho de un país, no siempre de cómo es, pero sí de la imagen que se quiere dar al mundo. Cuando miras la televisión te das cuenta que las series, los concursos, todo, está vestido de ese aire “europeo”. Nadie diría que la mayor parte de la población es islámica. La normativa también declara al país como laico, y hace 80 años aproximadamente cambiaron el alfabeto árabe, por nuestro alfabeto latino. Turquía parece tener vocación europea.
La realidad, sin embargo, es otra. Todos sabemos que hace unos años llegó al gobierno un partido pro islámico, y que para que esto haya pasado, ha habido un resurgimiento de los valores islámicos en general. Léase como ejemplo la vuelta masiva del uso del pañuelo en las mujeres.
Toda esta renacida filosofía pone en riesgo la integración de Turquía a la Comunidad Europea, porque en una comunidad en la que se defiende a capa y espada el laicismo, a excepción de algunos casos como los ultracristianos de Polonia, no tiene cabida la religiosidad institucional. Se plantea entonces la pregunta de si es el pueblo quien tiene vocación europea, o si era el estado.
El otro día leía una actualización de Ruty, una espléndida mujer israelí, y gran fotógrafa, en la que muy sabiamente defendía el modo de vida de los beduinos de su país, incluido el uso del velo en las mujeres, o temas tan delicados como la bigamia. Mi comentario fue otra pregunta, que es la que me suelo hacer a menudo en cosas que no entiendo, y que me suele dar la respuesta para "aceptar" como razonable o no, una actitud vital: ¿son libres para elegir hacerlo o no? En el caso del velo de las mujeres creo que no son libres, que la "presión social" es tan grande que se sienten mejor llevándolo; pero eso no es libertad de escoger. En esos casos se suelen dar situaciones tan curiosas como el uso de pelucas, porque enseñar el pelo de una peluca sí está permitido, ya que no es su pelo. Aquí a eso le llamaríamos: “hecha la ley, hecha la trampa”.
Respecto de la bigamia, la pregunta sería si es "razonable" que las mujeres no puedan tener más de un marido también.
Tal y como le dije a Ruty, no seré yo quien juzgue una manera de vivir, porque no hay nadie que tenga la verdad absoluta en estos casos, pero para mí lo más importante es la libertad, la capacidad de escoger, y creo que en estos casos la mujer no es libre de hacerlo.
Que tengáis un buen día, viajeros.
Entrellat
Foto 1: matrícula de un taxi. Foto 2: una pareja de islámicos en Bursa. Turquía, agosto de 2008

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