lunes, 1 de octubre de 2007

La resaca emocional

[b]Foto: Pareja de novios de la tarta nupcial. Terrassa, septiembre de 2007 [/b]
Dicen que la resaca del alcohol se te pasa, si te tomas una cerveza a la mañana siguiente. Parece ser que la acidez que te queda en el cuerpo queda compensada con la cerveza. No sé si es cierto o no, no lo he hecho nunca. Las veces que he cogido una cogorza, he estado más de una semana, sin poder ver, ni oler una copa de cualquier cosa que llevara alcohol y mucho menos tomarla; pero bueno, aceptemos cerveza como cura de la resaca del alcohol.
Pero y para la resaca emocional, ¿existe algo? ¿Existe algo que te haga bajar al suelo, después de haber estado flotando durante todo un día? ¿Existe algo que te permita olvidarte de todo ese derroche de cariño que tuvimos el sábado? Vale, sí, la cruda realidad, el volver al trabajo, eso cura todas las resacas emocionales, pero a parte de eso, ¿existe alguna otra cosa? Si existe, prefiero que no me lo digáis, prefiero que se me pase sola, o mejor que no se me pase.
El sábado tuve uno de esos momentazos en los que la vida te obsequia con el cariño de toda la gente que ha estado caminando contigo durante todos estos años. Todos y cada uno de los imprescindibles, bueno, casi todos, estuvieron el sábado en esta celebración.
Nunca, en ningún momento de mi vida he sentido que tanta gente me regalara su cariño, como en ese día. Cierto que ha habido otro anteriormente, en una fiesta sorpresa de mi cumpleaños de hace dos años, en el que la gente me regaló su cariño, sus sonrisas, su complicidad, sus lágrimas incluso; pero como en éste del sábado pasado, no, porque aquí además fue compartido con la persona que más quiero. No fue una boda, no, fue mucho más que eso, una reunión de amigos y familiares para celebrar de una manera sencilla que dos personas se quieren, pero además, para demostrarles que se les quiere.
La celebración fue un exitazo, al menos, yo lo sentí así, no por la comida y la bebida, no por el lugar, no por lo que había que celebrar, si no porque toda la gente estaba feliz de estar allí, con nosotros, de poder celebrar un momento como aquel.
El sábado me casé con Eme, mi Eme, el más guapo y generoso de las personas de este mundo, y encima tuve la suerte de compartirlo con más de 100 personas que nos quieren. Lloramos todos, todos, y el que diga que no, que saque el pañuelo de su chaqueta y lo demuestre. Fue precioso, sin palabras para describirlo.
Quiero agradecer especialmente a Marie, mi Marie, porque sin ella el resultado no hubiera sido el mismo, ya que se encargó de que todo estuviera en su sitio, y todo hecho con el gran cariño y generosidad al que nos tiene acostumbrados, y a la Sra. Iseti, que ayudó tanto a Marie; pero no sólo a ellas dos, no, a todos y cada uno de los que intervinieron: a la niña de los Gingongangos, a la Terrassense del mismo Mallorca, a la señora Iseti y a las hermanas de Eme, porque con sus lecturas, que fueron como polvo de trocitos de corazón, me demostraron que la felicidad existe, y que se puede alcanzar, basta con saber mirar a los ojos de la gente que te quiere; a los que inmortalizaron el día con sus fotos y videos: Alicia, Isabel, /anem, Jose Antonio y seguro que me dejo alguno, porque aquello parecía la entrega de los oscars.
A mis madres, Isabel e Isabel, por querernos tanto sin condiciones, por demostrarlo siempre. A mi hermana porque en su mirada he visto siempre que me adora, igual que yo a ella, aunque no sepamos decírnoslo (no hace falta); A mis tíos y a mis primos que son parte de mi pequeña pero afortunada familia; a Ramón, por su ayuda técnica y su incondicional cariño; a Fernando por el toque de elegancia natural; a Yolanda, por facilitarnos el transporte de una forma tan elegante; a la Soler por ser tan buena relaciones públicas; y como no, a todos y cada uno de los que dejaron sus energías, viniendo de tan lejos: de Londres, de Murcia, de Valencia, de Alicante, de Valladolid, de Mallorca… Y a los que vinieron de cerca, a esos, porque tengo la suerte de tenerlos más a mi alcance.
Podría copiar 1000 veces la frase “gracias, os quiero”, como si de un castigo se tratara, pero ni siquiera con eso, llegaría a demostrar lo que siento, así que valga este texto para devolveros un poquito de lo que nos habéis dado, tanto a Eme como a mi, en este evento.
Feliz día, viajeros
Entrellat PS: /cachorro_3 define muy bien el momento, con su habitual tono de cachondeo en su actualización de hoy. Le agradezco tanto a él, como a /anem, sus comentarios y su foto, y por supuesto, todo su cariño.

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