martes, 24 de junio de 2008

Cosas que se aprenden con los años

Foto: yo, entonces y ahora
De pequeño pensaba que las “altas esferas” eran las bolas de espejitos que colgaban del techo de las discotecas y que mirábamos desde abajo como algo inalcanzable, esas que iluminaban y llenaban de magia las salas de baile en los 60-70-80.
De pequeño pensaba que cerraban las playas, porque así me lo decía mi madre, para que no pusiera pegas a la hora de irnos.
De muy pequeño yo quería que mi abuela me “despuntara” (desapuntara, borrara) del colegio, porque era mucho más feliz con ella, escuchando la radio mientras ella cosía y yo jugaba a su lado.
De pequeño soñaba que me caía a un agujero y que quedaba atrapado, y me despertaba llorando, del miedo a quedarme así, atrapado para siempre, y cuando despertaba y veía a mi hermana en la cama de al lado, me sentía feliz porque el agujero no existía.
Hace algún tiempo, no demasiado, encontré la solución a alguna de esas cosas, lo que pasa es que a veces hecho de menos las sensaciones que tenía entonces, por tener a aquellas 3 mujeres que me daban esa seguridad, no porque todo fuera fácil, si no porque ellas lo hacían fácil. Todavía me quedan dos, mi madre y mi hermana, y mi abuela vuelve de vez en cuando a mi memoria, el que creo que ya no existe es aquel niño que se dejaba sorprender por la vida.
Hoy tengo síndrome de Peter pan, será porque el 28 cumplo años.
Que tengáis un feliz día, viajeros.
Entrellat

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