viernes, 7 de noviembre de 2008

La fundación II

En la actualización anterior decía que César Manrique compró los terrenos sobre los que había localizado las cinco burbujas volcánicas y que construyó allí lo que sería su casa.
A pesar de que las burbujas ya estaban allí, y estaban interconectadas entre si, tuvo que contratar a unos dinamiteros para que hicieran unos pasadizos más accesibles entre una y otra burbuja, pulir la parte baja de las salas y allanar el suelo, el resultado fue increíble. En la foto podéis ver una de las salas, en la que incluso hay una palmera, cuya copa sale hacia la parte exterior y va a dar a lo que es el jardín de entrada de la casa, en otra de las burbujas, sigue estando la higuera que le llevó hasta allí. Como casi toda la obra de Manrique, esta casa intenta integrar el paisaje volcánico con las intervenciones que él realizó, y creo que lo consiguió.
Poco a poco la construcción fue adquiriendo renombre, no sólo entre arquitectos y personas famosas de la isla, sino también entre gente de fuera de la isla, y el número de visitas que recibía César en su casa era cada vez más numeroso, hasta tal punto que llegó a ser un agobio para él. Decidió entonces transformar su hogar en una fundación, su fundación. Volvió a construir y a decorar una nueva casa con los muebles que tenía de la anterior y allí fijó su nueva residencia, en el municipio de Haria, un lugar algo alejado, si es que existe la palabra lejos en Lanzarote. Empezó entonces a preparar la casa sobre las cinco burbujas para convertirla en un museo en el que poner su obra y la colección de obras de otros artistas amigos, que había ido atesorando durante toda su vida.
Llegó a inaugurarla y la vio en pleno funcionamiento, pero a la salida de una de sus muchas visitas a la fundación, tomo su coche, se saltó un ceda el paso y tuvo un accidente de tráfico que le sesgó la vida a la edad de 73 años. Corría por aquel entonces el año 1992.
Su vida se acabó, y con él sus muchos proyectos pendientes, el más importante de todos, convertir la isla de Lanzarote en su gran obra. Tal vez pueda parecer pretenciosa esa intención, pero es innegable que Lanzarote no sería lo que hoy es sin su integradora y no menos ecológica visión del arte.
Que tengáis un buen día, viajeros.
Entrellat
Foto1: Una de las burbujas volcánicas acondicionada como sala de estar. Foto 2: Yo en el jardín inferior, donde está situada la piscina. Fundación César Manrique. Lanzarote, octubre de 2008

No hay comentarios: