Foto: Una terraza de la Rue du Temple
En los posteos de la anterior foto, big_apple00 me sugería que porqué no me hacía un cronista de París, por cierto, os pongo im enlace a su dirección porque tiene unas historias llenas de realidad y llenas de vida y optimismo que seguro que os gustarán mucho.
Decía que Big apple me recomendaba que me hiciera un cronista de París como ya lo hacía él con Nueva York o bcn_in_love con Barcelona; el cual también os recomiendo.
Cuando empecé mi blog quería enseñar mis fotos, pero luego he visto que lo que realmente quiero enseñar es mi mirada del mundo, de ahí el nombre de mi fotoblog, el cual ya he cambiado 3 veces. Quería enseñar cómo esos rincones y esa gente me han tocado. Es evidente que los paisajes, los rincones, las terrazas, todo eso, no es nada sin la gente, imaginaros París sin las PERSONAS (en mayúscula), o Nueva York, o Barcelona, o cualquier ciudad que ahora nos pueda parecer interesante. No serían nada. Serían como parques temáticos, a la hora del cierre. Si algo me gusta de viajar es la gente. Me gusta interaccionar, pero soy demasiado tímido, demasiado inseguro, demasiado torpe para establecer contacto con las personas. Así que miro, aprendo y tal vez por eso el blog.
Agradeciendo al máximo la sugerencia de big apple, no quiero ser cronista de París, seguro que hay gente que lo hace ya y mejor que yo. Quiero seguir contando lo que el mundo me dice. Ahora de París, dentro de dos semanas de Roma, Florencia, Venecia, y cuando vaya a Nueva York, quiero explicar mi mirada de esa inquietante ciudad. Gracias Big apple.
Por desgracia, o por suerte, no sé, todavía estoy aprendiendo fotografía. Me encanta la gente, me encanta robar momentos de otras personas y ponerlas en el papel. Creo que mi vida es interesante en la medida en que se llena de momentos con otras personas, de relaciones, y a parte de tener las mías propias, me seduce robar las de otras personas.
Hoy os he traído un momento de una terraza de la Rue du Temple, una de las calles que salen del Hotel de Ville (el Ayuntamiento). En esta terraza cenamos la primera noche y estábamos rodeados por dos grupos de chicos, unos con traje chaqueta, y puestísimos, al más fino estilo francés, que no hacían casi ruido, sólo una risa de vez en cuando; y los otos, los de la foto, un grupo de chicos “gais”, en el doble sentido de la palabra (alegre y homosexual). Los anteriores también gays pero solo en un sentido de la palabra, intentaban no arrugar sus trajes, mientras que éstos, cantaban canciones tradicionales francesas, y se reían mucho, haciendo hasta versiones de otras canciones de fuera del país. Creo que cantaban en un coro. Lo hacían demasiado bien para ser improvisado. Me hubiera gustado sentarme con ellos, y cantar, y reírme, que es una de las cosas que más me gusta en esta vida, pero mi timidez y la inmejorable compañía que llevaba conmigo, no lo aconsejaban, así que les robé una foto. Me costó robarla, pero creo que refleja un buen momento de lo que os intento explicar.
Que tengáis un buen día. Saludos, viajeros.
Entrellat
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