viernes, 10 de agosto de 2007

Otros modelos de familia

Foto: Una pareja de chicas eligiendo cena. Roma, junio de 2007
Ayer cenamos con mi profesora de canto, y sin embargo amiga, su marido y sus dos niños, una familia tradicional, en cuanto a la composición de sus miembros se refiere. Como en cualquier buena cena que se precie, en la sobremesa acabamos hablando de temas escatológicos y de sexo, ¿cómo no?
Salió el tema de las parejas abiertas, un gran tema, la mayoría de la gente con la que he hablado piensa que es un tema difícil y que este tipo de prácticas acaba con romper la pareja, por la desconfianza que se genera. Particularmente, en mi cabecita, se enreda una maraña de opiniones. Por una parte creo que el sexo tendría que desmitificarse, tendría que perder el valor de exclusividad que se le da en las parejas. De la misma manera que no nos enfadaríamos si nuestra pareja disfruta yendo al cine y viendo una película con un amigo, o en un espectáculo, o sencillamente tomando un café y charlando, ¿por qué no permitimos que disfrute de un momento de sexo con ese amigo? Ahí entran en juego nuestras inseguridades, y por supuesto los valores de nuestra educación y nuestra sociedad judeo-cristiana. Tenemos miedo que tal vez “se enamore” de esa otra persona, o que el sexo sea mejor con ella, como si nuestra pareja estuviera con nosotros porque somos una “sexmachin”. El tema da para mucho, pero nosotros en nuestra conversación, todavía fuimos más allá.
Ya a nadie le extraña que una pareja viva sin casarse, y empieza a no extrañar que las parejas sean incluso del mismo sexo, pero ¿qué pasa cuando cambiamos el modelo tradicional de dos por otros modelos?
Me viene a la cabeza la película Cachorro de Miguel Albadalejo, donde un trío de chicos convive como familia; o la sociedad prehistórica que plantea Jean M. Auel, en su saga “Los hijos de la Tierra”, donde los miembros de los clanes viven en parejas, pero tienen relaciones sexuales con otros miembros del clan; o las comunas de los años 70; o algunos musulmanes que tienen varias mujeres; en fin, muchas maneras de organizarse, que conviven o han convivido en nuestra sociedad. En la cena nosotros hablamos sobre los tríos. A partir de eso yo me planteo preguntas: Los homosexuales, ya nos podemos casar, al menos en unos pocos países, ¿algún día habrá matrimonios de tríos, en todas sus variantes? ¿Cómo quedaría el tema de la maternidad o paternidad en esos casos? De la misma manera que no tenemos la misma relación con todos nuestros amigos, ¿seríamos capaces de mantener la misma relación con los otros dos miembros del trío?
Se que todo eso es familia-ficción, que aunque seguro que hay personas que conviven organizadas en algunas de esas formas, la sociedad todavía no demanda que eso se regule, pero que en cuanto haya la necesidad y la sociedad esté preparada para asumir ese tipo de relaciones, sin juzgarlas como perversiones, habrá que volver a replantearnos todos nuestros modelos actuales. Tiempo al tiempo.
Por cierto, yo conozco a una mujer que vive en una comuna desde los años 70, pero si bien aquello empezó como una comuna en sentido estricto, ha acabado siendo una comunidad de bienes, en la que cada uno tiene su pareja, y comparten el resto de necesidades no sexuales.
¿A alguien se ve con valor para juzgar a las personas que no siguen los modelos de familia tradicionales? Yo solamente en el caso de los musulmanes, porque la mujer no está en la misma disposición de hacer otro tanto con un grupo de hombres, así que creo que no es justo.
Hagan juego señores, la partida está servida.
Feliz día, viajeros.
Entrellat

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