martes, 24 de julio de 2007

Comiendo de la mano

Foto: Un gorrión comiendo. Venecia, junio 2007

¿A alguien le ha comido un gorrión de la mano? A mí hasta el mes pasado no me había pasado todavía. En Venecia por primera vez me pasó. Todos hemos visto como las palomas comen de la mano y hasta se te suben encima para robarte lo que tengas, pero las palomas hace tiempo que perdieron el miedo. Aquel gorrión se puso encima de mi mochila, como pidiendo comida. Le troceé una miguita de pan del que me estaba comiendo yo, y se lo puse muy cerca. Pensaba que se asustaría, que cogería su trofeo y que se marcharía volando, pero no fue así. Se lo comió casi sin mirarme, mientras yo le hacía fotos. Ni siquiera se asustó por el clic de la cámara. Cuando acabó me volvió a mirar, como pidiendo más, y le volví a poner, esta vez en mi mano. Pensé que no lo cogería, pero lo cogió con el pico; eso sí, salió volando sin comérselo. Tal vez pensó que la confianza tiene un límite.
¿Qué hay que hacer cuando uno pierde la confianza de alguien? ¿No os ha pasado que alguno de vuestros amigos, o vuestra pareja, o alguien en quien confiabais ciegamente, os demostró con algo que hiciera, o con algo que no dijera que la confianza tiene un límite? No me considero rencoroso, pero hay cosas que no he podido olvidar. En alguna ocasión me he encontrado en esa situación, y he intentado borrar de mi mente lo que había pasado, pero no ha sido posible, siempre que se presenta una situación parecida con esa persona, empiezo a desconfiar. Luego el raciocinio me dice que no, que no siempre va a ser igual. Pero la primera reacción es de desconfianza, y eso no me gusta.
Dicen que la confianza cuesta mucho de ganar y que sólo un segundo basta para perderla. Y es cierto, te puedes esforzar terriblemente en hacer cosas para ganarte la confianza de alguien, pero eso requiere su tiempo, no es posible hacerlo en un día, pero basta solamente una palabra o un gesto, para tirar por tierra todo eso que se ha ganado durante años.
En estos casos, me gustaría ser capaz de poder hacer borrón y cuenta nueva, pero la lástima es que el borrón deja la marca en el papel, y aunque escribas algo encima, siempre queda la sombra de lo que hubo escrito.
Feliz día, viajeros.
Entrellat

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