miércoles, 25 de julio de 2007

Inmigrantes

Foto: Una chica en las orillas del Tíber. Roma, junio 2007
Según el diccionario de la Real Academia Española, inmigrante es el “natural de un país, que llega a otro para establecerse en él, especialmente con idea de formar nuevas colonias o domiciliarse en las ya formadas”. Según los padrones de municipales de habitantes, se considera inmigrante el que viene de fuera de la ciudad, ya sea extranjero o de la ciudad de al lado.
Hace un par de días estaba sentado en mi despacho, hacía calor y tenía la ventana y la puerta abiertas. A primera hora de la mañana me gusta tenerlas así para que corra un poco de aire y se ventile el despacho, y así ahorramos un poco de electricidad, que hay que ser ecológicos en los tiempos que corremos.
En el despacho de al lado mi compañera recibía una visita y en vez de cerrar la puerta y poner mi música para crearme mi micromundo y no ser molestado por el ruido de los otros despachos, la dejé abierta, todavía corría un poco de aire y quise aprovecharlo. La visita en cuestión se quejaba de sus vecinos de al lado, porque hacían mucho ruido, y hablaban muy fuerte, “y eso que son catalanes, catalanes” – dijo la señora, con toda naturalidad.
Me quedé a cuadros, y después de oír un par de comentarios más que podría cualificar cuanto menos de xenófobos, y que no voy a reproducir porque os los podéis imaginar, cerré la puerta, puse mi musiquita y seguí trabajando. Cuando acabó la visita vino mi compañera a mi despacho y me comentó el caso muy ofendida, y yo le dije que ya lo había oído. Ella continuó diciendo “no hace falta ser de Albacete para hablar fuerte”, y un montón de cosas que arrancaron alguna risa en mí, y que hicieron que ella se calmara y volviera a su despacho.
Siempre me he preguntado en qué consiste lo de ser catalán catalán, ¿en llamarse Puig? ¿En ser de padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos catalanes? ¿O sencillamente en nacer o vivir en Cataluña y sentirse catalán?
Si se supone que los primeros indicios de la raza humana provienen de África y que a partir de ahí fueron poblando el resto de la tierra, ¿no somos todos inmigrantes, o descendientes de inmigrantes? ¿Cuántas generaciones se necesitan para que se te considere catalán catalán, o español español, da igual? ¿Dos? ¿Tres? ¿O solo con haber nacido o residir en Cataluña ya eres catalán? Porque claro si necesitas dos generaciones mi abuelo no era nacido en Cataluña, por tanto no era catalán, y si mi abuelo no era catalán, mi padre tampoco, y si mi padre no lo era, yo tampoco. Veo que yo y mi estirpe estamos condenados a no ser nunca catalanes.
Hace tiempo que me gusta viajar, y cuanto más viajo, más claro tengo que todo esto de los nacionalismos, sean catalanistas o españolistas, los patriotismos, las fronteras y todo lo que limita el libre movimiento de personas, no es más que una estrategia política para salvaguardar la economía de los países, para que no se desestabilice el mercado laboral y para que los ciudadanos que vivimos no nos sintamos “molestos” con los recién llegados. Fuera hipocresías, ¿a quién le gustaría tener en su comunidad de propietarios un piso-patera? La verdad es que todo esto es un tema muy delicado para resumirlo en cuatro líneas, pero bueno, señores, la polémica está servida.
Feliz día, viajeros.
Entrellat

No hay comentarios: