domingo, 24 de febrero de 2008

Un cierto sabor a Crema

Foto: Marie con Rocío delante del fuego. Alhendín (Granada), febrero de 2008

Aquella tarde se había comido un Pionono (*), y el aroma de la crema la había trasportado a esos recuerdos vividos intermitentemente durante los veranos de su infancia. Había paseado por las calles de Granada disfrutando de la tranquilidad de esa preciosa ciudad y de la buena compañía de tres hombres, como decía ella; y lo mejor, acababa de recibir un masaje de una de las personas que más le quería, tumbada en el suelo sobre una manta; y mientras el calorcillo del fuego reconfortaba su espalda, Rocío, la preciosa perrilla, a su manera le daba su cariño…
Y así me los encontré después de todo esto. Eme se las miraba satisfecho después de haber regalado un poco de bienestar a Marie, mon Marie, y mientras ésta acariciaba a Rocío y tenía una cara de felicidad que la hacía estar tan guapa, como nunca la había visto; y se dejó fotografiar como pocas veces lo había hecho, dejando de lado sus tensiones y sus miedos, y la cámara se enamoró de ella como nunca lo había hecho. Y me regaló esta instantánea, para mi colección de momentos, y cuando la vio, me dijo que inventara una historia con esta foto, y yo pensé que para qué iba a inventar nada, si la realidad había sido mucho mejor, para qué inventar algo que no recogiera lo que su cara decía en aquel momento, un momento en el que la felicidad había entrado por la chimenea y al ver la cara de Marie se había marchado avergonzada, pensando que llegaba tarde, que ya nada podía hacer allí, porque en su cara, en su voz se sentía que ya estaba todo hecho.
Mi actualización de hoy va para Marie, para Eme y para Antonio, el señor de las bestias, porque cada uno a su manera hizo que este fin de semana pasado en Granada fuera un remanso de paz y de cariño. Gracias a todos. Y gracias a las bestias, a Rocío, la perra y a Lorenza y Cabezón, los gatos, por haber tenido tanta paciencia conmigo y con mi cámara.
Y para el resto, que tengáis un feliz día, viajeros.
Entrellat
(*) Pastelillo a base de bizcocho emborrachado en almíbar y cubierto de crema pastelera tostada, típico de Granada.

viernes, 22 de febrero de 2008

Por un momento de gloria

Foto: Pasadizo del baptisterio paleocristiano. Las Gabias (Granada), febrero de 2008
Corría el año 1920. Como todos los días, el tío Toleo -así le llamaban en el pueblo-, araba sus tierras que se encontraban no muy lejos de su casa. Ese día hubiera sido uno de tantos otros, si el arado no se hubiera enganchado en una piedra. Al quitar esa piedra, descubrió que había un pequeño pasadizo que apenas permitía el paso a una persona arrastrándose. Con su esfuerzo, y con la ayuda de algunos trabajadores que pagó de su bolsillo, el tío Toleo dejó al descubierto una cámara subterránea compuesta por un corredor abovedado que desembocaba en una sala casi cuadrada con una especie de altar lateral en el que había una cruz, una pequeña piscina bautismal en el centro de forma octogonal y una escalera de caracol justo en frente del altar.
El recinto fue declarado Monumento histórico artístico en 1931. Las tierras donde se encontraba el baptisterio pasaron a manos de los hijos del tío Toleo y luego a sus tres nietos, los actuales propietarios. Estuvo casi olvidado hasta el año 2002, cuando la Junta de Andalucía lo declaró Bien de interés cultural, junto a la villa romana cercana, para salvarlo de la reparcelación y posterior urbanización en las tierras del difunto señor Rojas, el tío Toleo.
Llegamos a Las Gabias a una hora prudente, serían sobre las 11 de la mañana. No nos fue difícil encontrar la casa donde vivía una de las hermanas Rojas, nietas del descubridor del baptisterio. Preguntamos a un amable policía, y nos acompañó hasta la puerta de la casa. Encarnita -así se llama la curiosa propietaria- nos abrió envuelta en un también curioso atuendo: un trapo que hacía las veces de pañuelo en la cabeza, anudado por la parte de delante, y un delantal también improvisado, que dejaba claro que no esperaba visitas. Le dijimos si nos podía enseñar el baptisterio y nos dijo que su hermana había muerto hacía poco, y que ella estaba “malilla”, pero que su hermano nos lo enseñaría.
El hermano, no menos curioso que Encarnita, muy amablemente y sin ninguna prisa nos enseñó el recinto y no sé si por desconocimiento, o por que creía que los ignorantes éramos nosotros, nos quiso colar un bancal de los años 50 como si fuera una muralla romana. A parte de eso, me pareció entrañable el señor y mientras volvíamos al pueblo para comprarle una publicación que habían hecho en los años 80 sobre el baptisterio, fui hablando con él. Era un hombre muy sencillo, de una cultura básica, por no decir nula, al cual le había caído en las manos, junto con sus hermanas un monumento que mantenían en perfecto estado de limpieza, pero que eran incapaces de valorar en su justa medida.
Hasta aquí una historia normal, como tantas otras historias de hallazgos arqueológicos en espacios privados. Lo curioso de esta historia no está en el baptisterio en si, si no en el circo mediático en que se han convertido los actuales propietarios. Para muestra, mirad aquí abajo cualquiera de los videos de las hermanas. Supongo que al descubrir la galería, el tío Toleo pensó que habría descubierto un tesoro, pero habría que ver hoy su cara mientras ve cualquiera de estos videos, y piensa en lo que somos capaces de hacer por un momento de gloria.
Que tengáis un feliz día, viajeros.
Entrellat
Links sobre las hermanas del baptisterio:
http://es.youtube.com/watch?v=b4HtfuNL3vw&feature=related
http://es.youtube.com/watch?v=aRUH-IHJDj0
http://es.youtube.com/watch?v=F1HVu0E0frw&feature=related
http://es.youtube.com/watch?v=aRUH-IHJDj0&feature=related
http://es.youtube.com/watch?v=XH78ko6CTwI&feature=related
http://es.youtube.com/watch?v=ZcD_sbVqImk&feature=related
http://es.youtube.com/watch?v=dUNKa4OJPJ0&feature=related

domingo, 10 de febrero de 2008

Esa frágil igualdad

Foto: Yo, con mi sobrino. Alicante, verano de 2006
Ayer me fui a cortar el pelo, y mi peluquero me dijo que iba a ser padre por segunda vez. Por supuesto, lo felicité. Me dijo que al principio, cuando él y su mujer lo supieron, no les hizo mucha gracia, pero que ahora que ya lo habían asumido, les había vuelto a hacer la misma ilusión que con el primero.
Hoy, revisando fotos, he visto ésta de hace un par de veranos. Es mi sobrino, que por cierto, es uno de los niños más guapos del mundo, mal está que yo lo diga. Pero lo que me ha hecho poner esta foto aquí hoy no ha sido eso, ni imaginar a mi peluquero volviendo a ser padre, no. Ha sido lo que esta imagen me ha sugerido: “yo siendo padre”.
Me vuelto a preguntar si sería capaz de adoptar un niño, y yendo más allá, si sería capaz de educarlo; y de la misma manera que hace tiempo ya me imaginé esta situación, y pensé que sí, que podía y quería hacerlo, y luego lo soñé durante días, y me imaginé compartiendo mi vida con Eme y con el niño; y aunque de entrada no sabía si estaba dispuesto a renunciar a todo lo que en aquel momento era mi vida, me vi capaz de hacerlo; pero al final pensé que daba igual, que no hacía falta que me lo planteara porque nunca nos van a dar un niño en adopción, aunque la jovencísima ley diga que tenemos ese derecho.
Hoy en el diario aparecía una noticia que daba otro puntapié a la frágil e incipiente “igualdad” entre parejas gays y hetero. El señor Rajoy se comprometía ayer a eliminar el derecho de los homosexuales a la adopción, diga lo que diga el Constitucional. Si el partido popular gana las elecciones el 9 del mes que viene, se comprometen no sólo a eliminar la palabra “matrimonio” de las uniones entre homosexuales, con la eliminación de derechos que eso significa; si no también a eliminar la posibilidad de la adopción.
Y yo me vuelvo a preguntar, cómo podríamos pensar en adoptar un niño, con la incerteza de que algún día lleguen al poder este grupo de radicales llenos de odio, y tiren por tierra todo lo que hemos ganado a base de mucho esfuerzo; y me imagino todo el desgaste que eso significaría. ¿Con qué tiritas pegaría mis heridas al saber que todos los esfuerzos, deseos e ilusiones que habría depositado en los trámites de adopción, se quedarían ahora, en solamente un sueño, por el odio y el miedo que ese impopular partido siente hacia los homosexuales?
Sé que tarde o temprano llegarán al poder, porque por desgracia todo es cíclico y los socialistas acabarán desgastándose como lo hicieron en anteriores ocasiones, y mi pregunta es si todos estos derechos que hemos ido consiguiendo irán a la basura, como ha ido pasando con las leyes educativas en este país, tras el paso de unos y otros por el poder, y si es así, ¿qué pasará con todos los que ya hayan adoptado?
En una situación como esta, creo que sólo nos queda confesar con Calderón de la Barca diciendo que la vida es sueño y que los sueños, sueños son; pero aun así, seguiremos soñando.
Que tengáis un feliz día, viajeros.
Entrellat

domingo, 3 de febrero de 2008

Los niños y las otras familias

Foto: Eme y yo vistos por Júlia. Barcelona, enero de 2008
Cuando Eme y yo decidimos casarnos, fuimos invitando poco a poco a nuestros familiares y amigos, regalándoles una tarjeta que nosotros mismos habíamos elaborado, con fotos nuestras y con un texto que habíamos preparado para la ocasión. Era una tarjeta sencilla pero hecha con el corazón, tal y como queríamos que fuera nuestra boda.
Tras repartirlas, una amiga nos contó que cuando les dijo a sus hijos que Eme y yo nos casábamos, el pequeño le preguntó: “¿con quién?”. Ella les dijo, “¿cómo que con quien? Ellos dos.” Y el niño dijo: “Ah! Vale”. Y siguió jugando. El niño vino a la boda y vivió la ceremonia y la fiesta con toda naturalidad. La pregunta sólo era fruto de su falta de experiencia. Los niños no son tontos, simplemente les falta información, y aquella era su primera boda gay; bueno, claro, y la mía también.
Esta semana, otra amiga nos ha regalado este dibujo, que está hecho por su hija de seis años, Júlia, que también vino a la boda. En el dibujo aparecemos Eme y yo con un corazón en medio. En realidad tendría que decir yo y Eme, porque el de la izquierda soy yo y el de la derecha Eme, pero no quiero que mi madre me diga lo que me decía cuando era pequeño: “el burro delante para que no se espante”.
Júlia tiene una gran capacidad de observación, me ha hecho más bajito y más cabezón que Eme. Le agradezco, eso si, que me haya puesto tan joven, y con ese peinado tan moderno. Siempre he querido llevarlo así, pero no me he atrevido. Tendré que hablar con mi peluquero, ahora que veo que me queda bien.
Digo que Júlia tiene una gran capacidad de observación, porque tiempo antes de la boda, le preguntó a su madre si Eme y yo éramos pareja, y ella le dijo: pregúntaselo a ellos. Así que un día en su casa, después de comer, se nos acercó y nos lo preguntó. Nos dijo que en su colegio no había ningún niño que tuviera dos papás. Nuestra amiga nos lo había puesto difícil, entre pasarnos el muerto de explicarle a la niña todo el cotarro, y encima llevarla a un colegio de monjas, donde es difícil encontrar referentes de otros tipos de familias, menudo marrón nos había pasado. Aun así Eme le empezó a explicar que había diversos tipos de familias: unas en las que vivían el padre, la madre y los hijos todos juntos; otras que vivían por separado padre y madre; otras que no había padre, y la familia la componían la madre y los hijos; otras en las que no había hijos, solo un hombre y una mujer; y luego había también otras en las que había dos hombres o dos mujeres que vivían juntos.
Júlia dijo: Ah, vale! Y se fue a jugar, pero según dice su madre, parece ser que no lo entendió; y su madre muy sabiamente, le volvió a decir que nos lo volviera a preguntar. Y así lo hizo. Y Eme se lo volvió a explicar, y este dibujo de hoy, es la prueba de que ya lo ha entendido, que después de asistir a la boda, y de vernos como “els tiets” (los tíos), ya tiene un referente claro, y lo ha puesto en un papel, como hacen los niños con todas sus cosas importantes, para que no se les olvide.
Ojalá los de la conferencia episcopal y los del forum de la familia aprendieran a dibujar otros tipos de familia, como lo ha hecho Júlia; y que con el respeto y el cariño se llega mucho más lejos que con el odio. Si uno no entiende las cosas, basta con volver a preguntarlas, como hizo Júlia, con toda la naturalidad y la sencillez del mundo.
Feliz día, viajeros.
Entrellat