domingo, 24 de agosto de 2008

Cosas del idioma

Foto: Un escaparate del Gran Bazar. Turquía, agosto de 2008
Decía Sergi Belbel, un escritor y director de escena de aquí, que su lengua materna era el castellano, su lengua de trabajo el catalán y su lengua para amar el francés. La verdad es que aunque me pareció curioso y entrañable a la vez, cuando lo leí, no pude menos que hacer alguna broma con lo del francés. Me imaginé a Sergi mamando, uy perdón, quería decir amando. Me lo puso a huevo, y yo, como los franceses, no desaprovecho una ocasión para hacer un juego de palabras, aunque sea así de fácil.

El otro día me preguntaba un chaval de Madrid que si soy bilingüe porque hablo catalán y castellano por igual, que en qué pensaba yo. Podría haberle contestado como el chiste: "pienso en follar, como todos los hombres", y hacer así otro chiste fácil, pero no lo hice. Me contuve y le dije que no tenía ni idea, que a veces en castellano y a veces en catalán, dependiendo del interlocutor con el que hablara, y que cuando estoy solo no tengo ni idea en qué pienso, depende del tema en el que piense. Él me respondió, si bueno, pero ¿en qué sueñas? Y yo le dije... "Bueno, en los sueños en los que recuerdo haber dicho alguna cosa, en los que he tenido frases que luego he recordado, han habido de los dos". También le dije que en un sueño que tuve hablaba perfectamente en inglés, y mantenía una conversación fluidísima con un extranjero, a pesar de que no tengo ni idea de ese idioma, y para colmo eso no me hace trilingüe.

Ahora mientras escribo esto estoy pensando en castellano, pero hace unos minutos después de salir del baño, he apuntado en la libretilla que hay en la nevera que tengo que comprar “paper higiènic” y no papel higiénico.

Como siempre, me da rabia clasificarme en algún bando, porque parece que renuncio al otro. Si digo que soy castellanoparlante es como si renunciara al catalán, o al revés, y si digo que soy bilingüe es como si las utilizara las dos al 50%, y seguramente no sea cierto, porque nunca es al 50%, depende de infinidad de cosas y de situaciones.

Así que si me preguntan si soy castellanoparlante, catalanoparlante o bilingüe, me quedaría con lo tercero, pero porque yo me siento así, no porque tenga hecha una estadística sobre mi uso de las dos lenguas.

Lo del francés, lo dejaremos para momentos más íntimos, como hacía Aznar con el catalán.

Que tengáis un buen día, viajeros.
Entrellat

PS: Vale, en la próxima prometo hablar de Turquía. Lo prometo, sí, aunque las tres últimas fotos son de allí.

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