sábado, 21 de junio de 2008

Exigencia o autoexigencia

Los que tienen la suerte o la desgracia de cruzarse en mi camino, y me conocen un poco, dicen que soy demasiado exigente. Mi jefa, para decir lo mismo, dice que tengo poca cintura; y mi madre cuando era pequeño decía algo parecido, que era un cabezón; así que va a ser verdad, tanta gente no puede estar equivocada.
Sí, hoy va de egolog, o de paja mental, como diría una amiga mía. Aunque casi siempre suelen serlo en una u otra forma. ¿Para qué si no hacemos esto? Creo que en casi todo lo que hago suelo poner un nivel de exigencia bastante alto, incluso en mi trabajo (esto era un chiste). Doy todo lo que puedo, y exijo lo mismo de los demás, lo que me ha generado muchos problemas; aunque también es cierto que con los años y un par de cursillos de asertividad he empezado a relajar bastante mis niveles de exigencia, aunque a veces por ello me siento como un dibujo de mi mismo, como una caricatura, que parezco yo, pero no lo soy realmente. Supongo que es cuestión de tiempo.
¿Y porqué digo todo esto? Pues porque desde que empecé este blog, cada vez me cuesta más escribir. Cuando me pongo a actualizar siempre pienso que tengo que escribir algo interesante, algo que pueda entretener a los que pierdan su tiempo leyendo mi página, y no se sientan estafados, y así vuelvan a mi rincón un día y otro. Y cada vez me cuesta más escoger el tema sobre el que rellenar mi espacio. No es que no tenga nada que decir, que no, que los que me conocen saben que no puedo estar callado. El problema es que no sé si lo que digo pueda o no gustar.
Empecé a hablar sobre viajes, sobre mis viajes, en el sentido amplio de la palabra, porque para mí la vida es un viaje, y todos y cada uno de los momentos compartidos también lo son; y decía que los grandes viajes, en contra de lo que dicen las agencias, no son aquellos en los que haces muchos kilómetros, si no en los que haces grandes relaciones. Y eso ha sido para mí este blog, un gran viaje. He conocido gente magnífica, y algunos hasta en persona, y espero que pronto conoceré a algunos más. Me gusta pasar por las páginas de muchos de ellos y ver como “viaja” su cabecita tanto en sus fotos, como en sus textos, y ver lo que piensan. Me gusta leer entre líneas y sacar el “entrellat” (la trama?) de sus vidas y de sus sentimientos. Y espero que a la gente le pase lo mismo conmigo. Pero nunca se si lo consigo.
No me estoy despidiendo, ni diciendo que me tomo unas vacaciones, sólo pido paciencia para que pueda ir trabajando mi autoestima y así baje mi nivel de exigencia, que yo se que están relacionados, y poder seguir ofreciéndoos algo que os pueda por lo menos entretener.
Que tengáis un feliz día, viajeros.
Entrellat
PS: Gracias a Albert por este dibujo tan precioso, si queréis ver la foto original, está aquí.

No hay comentarios: